Pese a que su eslogan es “sé lo que quieras ser” ni la compañía misma se imaginó hasta dónde llegaría el alcance de esta muñeca que arrancó como un estereotipo de la mujer en su tiempo para abrir paso a una imagen más diversa, inclusiva y poderosa.

Fue en 1959 cuando la primera Barbie apareció en escena creada por Ruth Handler, la esposa de Elliot Handler, que, junto a su socio Harold Matt Matson, fundó la empresa Mattel, cuyo nombre deriva de la fusión de sus nombres: Matt y Elliot.

La idea de crear esta muñeca vino de Ruth al ver a su hija Bárbara jugar con muñecas hechas de papel, a las que les ponía todas sus aspiraciones, lo que le resultó fascinante, creando una figura con la que su hija y miles de niñas pudieran jugar a ser precisamente la mujer que soñaban con ser, pero al igual que el rol de la mujer con los años ha cambiado, la figura lo ha tenido que hacer también, cumpliendo con la representación que toda niña debería encontrar en este juguete, sin importar su lugar de origen, condición, profesión o preferencia sexual.

El avance ha dado pie a que Bárbara haya pasado de ser simplemente la imagen de una mujer blanca con cuerpo curvilíneo, delineado y mirada inexpresiva a toda una gama de diferentes mujeres de todas las razas, orígenes, profesiones e incluso con todo tipo de discapacidades, ampliando año con año los horizontes de esta muñeca.

Es por eso que hoy, a 65 años de su creación, la muñeca está lejos de desaparecer, pues pareciera que los más de 250 trabajos que ha presentado y las miles de mujeres con diferentes rostros, cuerpos y etnias le siguen quedando cortos.

Barbie solía ser más una reflexión única de belleza y más hacia una sola dirección. Hoy hay muchas Barbies y podemos ver múltiples perspectivas de la marca”, compartió a Reuters Lisa McKnight, vicepresidenta ejecutiva de Mattel.

Ahora Barbie viene en 35 diferentes tonos de piel, 97 estilos de cabello, y 9 tipos de cuerpos diferentes, además de muñecas en sillas de ruedas, con prótesis, con síndrome de Down, vitiligo, transgénero y género neutro, por mencionar algunas adhesiones.

Por su relevancia, la muñeca ha impactado también en otros gremios como el de la moda, convirtiéndose en una figura de culto también en este mundo, dando pie a proyectos como el Barbiecore, con el que apoyan a reconocidos estilistas o diseñadores a arrancar, como sucedió con Karl Lagerfeld.

Por si fuera poco, la figura de Barbie tomó otra relevancia gracias al filme homónimo de Greta Gerwig, protagonizado por Margot Robbie, que vino a romper con el discurso de perfección detrás de la figura femenina, agregando un mensaje mucho más profundo a la muñeca y su creación.

Pero precisamente hay que recordar que fue un camino largo para el que tuvieron que pasar seis décadas y en el que hubo un tiempo en el que Barbie era en realidad una carga para miles de niñas que crecieron con la presión de verse tan perfectas como su muñeca.

Estoy tan feliz de no haber crecido con Barbie. Era todo lo que nosotras no queríamos ser y se nos dijo que teníamos que ser”, dijo la activista por los derechos de la mujer Gloria Steinem en 2018 en el documental Tiny Shoulders: Rethinking Barbie.

Hasta hoy en día, algunos todavía asocian la muñeca con proporciones corporales poco realistas, roles de género y estándares de belleza eurocéntricos.

Mientras considera estas preocupaciones, Mattel sigue agregando muñecas multifacéticas para que sean bonitas en rosa.

La marca está abierta a diferentes voces que van más allá de la de sus diseñadores.

Lo más importante para nosotros es que tenemos en cuenta las consultas de todo tipo de comunidades cuando diseñamos”, dijo Kim Culmone, vicepresidente senior y jefa de diseño de muñecas. Sin embargo, aunque se expande, algunas cosas siguen siendo válidas para la marca de juguetes, como pintar Barbies a mano y usar las mismas máquinas de coser que existen desde 1959.

Ya sea esculpiendo muñecas nuevas a mano u operando impresoras 3D avanzadas, la marca está abierta al cambio.

Las muñecas del 65 aniversario creadas por el diseñador principal filipino de Barbie Signature, Carlyle Nuera, son una reinvención del traje de baño original de Barbie como un vestido blanco y negro acompañado de gafas de sol blancas con forma de ojo de gato.

En lugar de la clásica muñeca blanca con cabello rubio, también hay una muñeca negra con trenzas y bordes arreglados, un estilo popular entre las mujeres negras que incluye pelos de bebé suaves y lisos.

Si continuáramos haciendo lo mismo que hemos hecho antes, una y otra vez, Barbie no tendría el éxito que tiene hoy”, dijo Culmone.

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