Sammy Sosa quiere reconstruir su relación con Chicago Cubs y su regreso a la ciudad en donde por trece temporadas se estableció como uno de los mejores peloteros en toda la historia de las Grandes Ligas es, en propias palabras del exjugador, un paso en la dirección correcta.
Tras 17 años de ausencia, Sosa decidió regresar a Chicago por un fin de semana para tener la oportunidad de compartir con fanáticos, realizar visitas a hospitales y sentarse a hablar sobre el significado de su carrera. En una entrevista con Jarrett Payton, Sosa mencionó que espera que estar de vuelta en Chicago abra los canales de comunicación con los Cubs, ya que su legado en MLB fue construido junto a ese equipo.
“El tiempo lo determinará todo. Estoy aquí ahora, este es el primer paso, así lo creo. Soy flexible, no le puedo decir a la gente que haga algo. Estoy esperando, así que veamos qué pasa. Si ellos (Cubs) deciden que debemos reunirnos y hablar las cosas, por qué no hacerlo”, inició diciendo el expelotero a Payton.
Sosa luego apuntó a que desea una reconciliación con el equipo y tener la oportunidad de ingresar a su Salón de la Fama, aunque dejó claro que su viaje es solo un paso con el que espera que se logre un acercamiento, mas no tiene altas expectativas con nada.
“Creo que el tiempo determinará todo. Venir aquí a Chicago, estar aquí, mostrar mi rostro, prueba que quiero dar un paso, pero no creo que eso cambie la mente de nadie, así que no tengo remordimientos, estoy aquí, soy flexible y si ocurre, pues fantástico, pero si no, tenemos que seguir adelante. Definitivamente quiero que ocurra, porque mis números están aquí, hice mis números aquí en Wrigley Field, no fue con otro equipo. Construí mi legado aquí”, indicó Sosa.
“No veo razón por la cual, si hice tanto por la ciudad de Chicago cuando era un jugador, así como por la organización, quieran simplemente borrarme del pizarrón, y ¿por qué? No creo que sea la decisión correcta”, añadió el dominicano.
Junto a los Cubs, Sosa disparó 545 cuadrangulares, remolcó 1,414 carreras y alcanzó 3.980 bases totales desde 1992 a 2004. Bateó para promedio de .284 con OPS de .928 y OPS+ de 139, ubicándose como uno de los bateadores más productivos de la década de 1990 y principios de la década del 2000.