A sus casi 60 años, Lenny Kravitz ha visto casi de todo.
Hijo de un productor de televisión y de una actriz, tuvo contacto con el mundo del entretenimiento y la música desde muy temprana edad, y eso se sumó al contexto social en el que creció. Le tocó vivir la guerra fría y la paranoia que se vivía entre comunistas y los países de Occidente.
Y si bien esos conflictos terminaron con la caída del muro de Berlín en 1989, las cosas no han cambiado mucho en lo que se refiere a la convivencia social. Con dos guerras corriendo de forma paralela –Ucrania vs. Rusia e Israel vs. Hamás–, Kravitz está convencido de que la humanidad no ha aprendido a respetar sus diferencias.
Somos todos un solo planeta y lo que pasa es que estamos confundidos. Veo que no entendemos cómo convivir los unos con los otros, tampoco comprendemos lo que es diferente y mucho menos aceptarlo, porque si eres diferente te tengo que eliminar. Hemos creado cosas increíbles, pero seguimos sin aprender a coexistir y tener una diferencia sin violencia. Para mí, todo esto es un problema global.
Hay mucho poder en nuestra mente y quizá no nos damos cuenta de cuanto hay, somos muy inteligentes y podríamos hacer grandes cosas, pero estamos en un momento de una disputa que nos impide ver el potencial que tenemos y aprovechar lo que podríamos hacer todos juntos”, opinó Kravitz en una conferencia de prensa que ofreció ayer en la Ciudad de México.
No es una casualidad que Kravitz esté en la capital del país, además de que le encanta especialmente esta locación, aprovechó la oportunidad para presentar su nueva producción discográfica, Blue Electric Light, y explicó su objetivo.
La experiencia del ser humano es ser auténticos y apegado a su esencia. Dios nos da un camino, pero, a veces, queremos el de los demás. Somos poderosos y lo que nos hace mejores es andar por la vida siendo originales y caminando con honestidad”, señaló durante una intervención.
Su pensamiento quedó plasmado en el nuevo álbum, disponible a partir del próximo 24 de mayo.
De hecho, la muestra de lo que actualmente vive y siente se puede percibir en el primer sencillo Human.
Esta canción es acerca de todos nosotros como somos seres espirituales. El viaje ha sido hermoso, ya que es una de las que más disfruté componer, pues se trata de hablar de la esencia humana: el amor, la esperanza, la unión y el acompañamiento. Es una canción que habla de ser auténticos, de seguir tu camino y experimentar.”, dijo.
México… como en casa.
Con su música, Lenny Kravitz pisó por primera vez México en el 2002 para una concierto que ofreció en el Estadio Azteca junto a P!nk y, desde entonces, se ha convertido en un visitante regular, no sólo para cuestiones profesionales, sino también personales.
El originario de Nueva York se siente en casa. Por un lado sus presentaciones están llenas por amantes de su música que se vuelven locos escuchando al multiinstrumentista y convirtiendo sus shows en una verdadera experiencia llena de rock, por el otro, adora la calidez del mexicano, la arquitectura y comida.
Por eso es común que el autor de Fly Away y Are You Gonna Go My Way se aparezca en lugares como Coyoacán, cerca de las gorditas de Mixcoac y en un mismo concierto de Paul McCartney en el Foro Sol.
Me gusta mucho estar aquí, la arquitectura sobre todo. Amo venir porque lo encuentro muy hermoso y, sobre todo, inspirador. Hay grandes diseñadores, arquitectos, en el cine hacen cosas grandiosas. La primera vez que vine fue al Estadio Azteca y fue una experiencia increíble y masiva.
Me siento como en casa, ha sido un lugar especial y muy familiar. Lo que más me enorgullece es mi vida y estar aquí. Recibir flores de las personas es bonito, pero siento como si acabara de empezar, después de 35 años, pero así lo siento”, señaló el cantante que ya se encuentra en los primeros ensayos para la gira de este disco, la cual no dejará fuera México. Blue Electric Light también incluye el sencillo TK421, nombre que hace referencia al stormtrooper que cuida la Estrella de la Muerte en Star Wars.