Un partido que le toca en los tribunales. Así calificó Dani Alves al proceso judicial que enfrenta por violación, en el cual se le concedió la libertad condicional el pasado 25 de marzo, tras pagar la fianza que se fijó en un millón de euros en el Tribunal de Barcelona.
Mientras estaba en prisión, en un par de ocasiones circularon rumores sobre un deterioro de su salud e incluso se habló de riesgo de suicidio. Pero eso quedó en el olvido ahora que el exjugador está libre y «tranquilo», según sus propias declaraciones.
Este viernes, Alves realizó su segunda visita a loz juzgados, como parte de los requisitos que se le impusieron al lograr su libertad condicional. «Ir al juzgado es lo que me toca. Cada viernes ir al juzgado y ya está. Tampoco tengo mucho más que hacer. El partido que tengo que jugar está en los juzgados».
«No tengo idea de cuánto puede durar el proceso judicial», señaló el exdefensa en declaraciones recogidas por el Periódico de Cataluña. A pesar de que fue encontrado culpable de violar a una joven en una discoteca en Barcelona, el sudamericano dijo sentir tranquilidad y en calma, como si estuviera en un cambio de club y no en un proceso judicial por un delito.
«Allá donde voy sobrevivo. Yo me adapto a todo porque para mí no es el lugar el que hace a la persona, sino la persona la que se hace al lugar. Estoy tranquilo y bien ahora», agregó Alves, que por ahora no puede salir de España.