🔸 Una estatua de 21 metros y 20 minutos en el campo fue todo lo que vieron los aficionados
#DEPORTES | Lo que prometía ser una fiesta histórica en el Salt Lake Stadium terminó en un escándalo monumental. El inicio del «GOAT Tour» de Lionel Messi en Calcuta se convirtió en un acto de descontrol total por la mala organización.
El capitán argentino apenas pudo estar veinte minutos frente a la multitud. Su breve presencia fue interrumpida por una invasión masiva de campo y el lanzamiento de restos de butacas por parte de aficionados frustrados.
La euforia se tornó en furia rápidamente. La gira, programada para recorrer Calcuta, Hyderabad, Mumbai y Nueva Delhi, tenía como gran gancho la develación de una estatua de 70 pies (más de 21 metros).
Ni siquiera el tamaño épico de la figura promocionada pudo salvar la jornada. Messi ingresó al campo junto a sus amigos Luis Suárez y Rodrigo De Paul en medio de un operativo de seguridad que resultó ser excesivo y contraproducente.
El astro apenas pudo responder a los cánticos de «Messi, Messi», y mantuvo siempre una distancia infranqueable con la afición. Muchos de los asistentes, incluso en amplias zonas del estadio, jamás lograron verlo con claridad.
La situación explotó cuando se anunció la retirada prematura del jugador y forzó la suspensión de la vuelta olímpica. El desorden fue la respuesta directa a una promesa rota y un acto mal planificado.
Quejas de aficionados por no ver a Messi
«Pagamos 12.000 rupias por la entrada y ni siquiera pudimos verle la cara», fue el amargo lamento de un aficionado a la agencia ANI, reflejando el sentir de miles que pagaron un alto precio por ver al campeón del mundo.
El papelón obligó a la ministra principal de la región, Mamata Banerjee, a disculparse públicamente y anunciar una investigación urgente. Una inauguración incómoda que ha dejado en entredicho toda la planificación de la gira.