Ucrania vivió una jornada de conmoción ante el secuestro de los pasajeros de un autobús por un hombre armado con explosivos que se denomina “antisistema”, en una escena de tensión que duró casi 12 horas.

“El atacante lanzó una granada desde el autobús que, afortunadamente, no detonó”, indicó la policía, y añadió que se creía que el atacante había sido sometido a un tratamiento psiquiátrico. En principio, se habló de 20 rehenes, aunque posteriormente la cifra se rebajó a 13.

El secuestrador se puso en contacto con la policía y se identificó como Maksym Plokhoy (”El Malo”), confirmó el viceministro del interior Anton Gerashchenko, cuando las autoridades todavía trabajaban para confirmar su nombre.

El secuestrador se puso en contacto con la policía y se identificó como Maksym Plokhoy (”El Malo”), confirmó el viceministro del interior Anton Gerashchenko, cuando las autoridades todavía trabajaban para confirmar su nombre.PlayVideo: la toma de rehenes en una zona céntrica de Lutsk

En su declaración en Twitter, “saludó” a la población por un “día antisistema” y dijo que el estado es el principal grupo terrorista. “La verdad salvará a miles de vidas”, escribió. Además, exigió que líderes religiosos, políticos y judiciales se graben a sí mismos admitiendo que son “terroristas legalizados” y suban el video a sus redes sociales.

Según Gerashchenko, en internet hay un libro firmado por Maksim Plokhoy y titulado “Filosofía de un criminal”, que describe la experiencia de un hombre en prisión. “Durante 15 años han estado corrigiéndome, pero no me he corregido, al contrario, más que nunca me he convertido en quién soy”, dice un extracto del libro, apuntó Gerashchenko.

Pero su verdadero apellido sería otro. Según reportó el viceministro, la policía lo identificó como Maksim Krivosh, un ucraniano de 44 años nacido en Rusia, con dos condenas y una serie de acusaciones (robo, fraude, posesión de armas) por los que pasó un total de 10 años tras las rejas.

Los mensajes publicados en redes sociales bajo ese nombre afirmaron que estaba armado, incluso con bombas. Unas horas después, tanto su perfil en Twitter como en YouTube fueron desactivados.

El centro de Lutsk, una ciudad de unos 200.000 habitantes, quedó cerrado a la circulación, según el ministro del Interior ucraniano. Las imágenes difundidas por los medios locales mostraron un minibús detenido con dos cristales rotos y las cortinillas de los pasajeros cerradas.

Ucrania ha tenido problemas para controlar la proliferación de armas ilegales en el país, una crisis que escaló desde 2014 por los enfrentamientos con separatistas apoyados por Rusia en las regiones esteñas de Donetsk y Lugansk.

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