El gasto de bolsillo que se genera en la población por acudir a servicios privados de salud es uno de los grandes impactos de esto
70%; Además pega más en la gente de menores recursos.
La pandemia de COVID-19 catapultó el uso de servicios privados de salud. 70% de quienes lo padecieron en 2021.
Aún teniendo alguna afiliación a seguridad social, prefirieron atenderse en consultorios de médicos de barrio o en consultorios de farmacias.
En 2018, el porcentaje de quienes buscaban atenderse en el sector privado era de 60%.
Esto de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) Continua 2021.
Ademas de que tiene más de 900 variables de información, pero con un módulo dedicado por completo a COVID.
De las personas que no tienen seguridad social en el país (43.6%).
Solo 14% acudió a clínicas de la Secretaría de Salud y el 65% fue a servicios privados.
Mientras que de las personas afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ademas de que solo 38% fue a las clínicas de esta institución y 51% prefirió acudir a un servicio particular.
En cuanto a todos los encuestados (con y sin seguridad social), que tuvieron COVID, la Ensanut 2021.
Señala que 32.1% buscó a un médico en su consultorio privado, 18.7% fue al IMSS.
Ademas de que 11.7% acudió a consultorios anexos a farmacias.
En tanto que 10.2% fue a un consultorio dentro de hospital privado, 9% acudió a servicios de la Secretaría de Salud.
Finalmente, 6.7% buscó atención hasta su domicilio.
Arantxa Colchero, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la institución encargada de realizar la Ensanut.
Señaló que las personas acuden a los servicios privados de salud aunque no hay evidencia de que la atención sea mejor.