Hacer una película de ficción, teniendo como herramienta a la Inteligencia Artificial (IA), ya se hizo realidad en México, con una historia que fue filmada en las playas oaxaqueñas y protagonizada por Paulina Gaitán.

«Marea alta», dirigida por Juan Carlos Blanco, echó mano de la IA para conocer los distintos derroteros que podría tener una secuencia; permitió la visualización de cuadros gracias a su generación de imágenes y hasta se llegó a un actor que físicamente respondía a la propuesta arrojada por la tecnología.

Eso sí, aclara Blanco (La noche del pirata y Cena para tres) que sólo se ocupó como una herramienta para agilizar procesos, porque al final de cuentas, la decisión de la obra recae siempre en el director.

Hasta ahora, el uso de la IA en México se había limitado a duplicar la voz de alguien, como en el documental Pola Weiss, donde se recreó la voz de la artista fallecida, y en algún corto de ciencia ficción.

Marea alta es producto de la recién incorporada materia Proyectos Asistidos con IA de INDIe, Centro de Estudios Cinematográficos, del que el cineasta es director y también profesor.

“La idea era demostrar que sí se podía hacer un proyecto y que acortaba procesos. Les decía a los alumnos que no debía tenerse miedo a la IA, que era algo que ya había llegado y que quien sepa manejarla, va a tener ventaja”.

El filme tardó tres meses desde su escritura y hasta su primer corte, es decir, acelerando todo hasta en un 40%, de acuerdo con el creativo. El guión tuvo como origen una noticia que leyó sobre unos turistas argentinos que habían sido agredidos en una playa. A partir de ahí comenzó a imaginar historias y llegó a la de una pareja (Gaitán y Gary Centeno) donde el hombre le propone matrimonio a la chica.

De lo primero que comenzó a escudriñar con la IA fue el look del personaje masculino. Blanco dio instrucciones precisas: la imagen de un hombre de alrededor de 30 años, cabello largo, barba, con ojos claros, que está en la playa y había tenido una pelea.

“Entonces comenzaron a pasar cosas, publiqué la imagen y la actriz Lorena del Castillo, a la que yo no conocía, arrobó a Gary y le pedí me mandara una foto ¡y se parecía muchísimo! De pronto ya tenía al actor”, cuenta.

Además de Gaitán (Diablo guardián) y Centeno (La casa de las flores), en el elenco se encuentran Juan Carlos Colombo (Los enviados), Ignacio Guadalupe (Los Héroes del Norte), Fermín Martínez (Narcos: México) y Yesenia Barajas (La bandida).

Ayuda para guión y producción
Blanco destaca que en el proceso de escritura, la IA sólo da opciones, haciendo que el creativo tome lo que considere más conveniente.

“Tampoco es que te dé un diálogo, sino una circunstancia. Por ejemplo la IA ponía: ‘el viento juega con las orillas de la tienda de campaña por la mañana’, y yo decía: ‘pues no, esto no’. Lo que yo hacía era, ‘ok, salió esta cuartilla y media’, entonces editaba el texto, ponía cosas y le volvía a dar otra pasada.

“Lo que tienes que hacer es enseñarle al programa a reconocer a los personajes. Por ejemplo, poner que Max (el personaje) es hijo de un magistrado, que estudió filosofía, no terminó la carrera y se hizo músico, y luego preguntas: ¿cómo reaccionaría a tales circunstancias? Y la IA da posibles caminos, cuando en alguna escena estás medio atorado, esto te puede ayudar”.

Con la IA, puntaliza, se realizó una previsualización que sirvió como referencia a los departamentos de fotografía y diseño de producción. A la herramienta tecnológica, por ejemplo, le mostraba la foto de Gaitán y le solicitaba que estuviera en modo hippie, en la playa.

“Una cosa es eso y otra la realidad, tiene que ver con cómo está la luz (natural) o cosas así. Yo hice el story board (dibujos por escena), sin ningún apoyo de la IA, los planos que se tomaron son completamente míos. La previsualización ayuda precisamente en eso, a ver cómo luciría tal o cual cosa, pero ya uno toma las decisiones que cree mejor”, destaca.

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