La oposición surcoreana ganó las elecciones legislativas y aumentó su número de diputados, lo que es un golpe para el presidente Yoon Suk Yeol y su agenda conservadora, según encuestas a boca de urna.
En la unicameral Asamblea Nacional, el Partido Democrático (de centroizquierda), principal fuerza opositora, y sus aliados obtendrían entre 184 y 197 escaños sobre un total de 300, contra 156 actualmente, según un sondeo a boca de urna elaborado conjuntamente por tres canales de televisión.
El Partido del Poder Popular, del presidente Yoon, y una agrupación aliada alcanzarían de 85 a 99 escaños, por debajo de los 114 que ocupan en el parlamento saliente. El recién fundado partido Reconstruyendo Corea, del exministro de Justicia Cho Kuk, obtendría entre 12 y 14 escaños, según la encuesta.
Cho lanzó una campaña sólidamente antigubernamental y podría aliarse los demócratas coreanos, con lo cual la oposición alcanzaría una supermayoría de más de 200 escaños. La encuesta a boca de urna entrevistó a cerca de 360 mil votantes en los centros electorales de todo el país.
Había un ambiente sombrío entre los legisladores del partido de gobierno al conocer los resultados de la encuesta, mientras que los miembros del Partido Demócratico saludaron la noticia con aplausos y gritos. El resultado es un golpe para el presidente Yoon, que según analistas quedaría debilitado para los dos años restantes de su mandato y sin capacidad de impulsar medidas conservadoras.
Yoon ganó las elecciones presidenciales de 2022 por escaso margen frente al líder demócrata, Lee Jae-myung, quien hace tres meses fue herido en un ataque con arma blanca. En el poder, Yoon desplegó una política de firmeza hacia Corea del Norte, reforzando su alianza con Estados Unidos y acercándose a Japón, la antigua potencia colonial con la que Corea del Sur todavía mantiene disputas históricas.
Mason Richey, profesor de la Universidad de Estudios Extranjeros de Hankuk, dijo que Yoon podría centrarse más ahora en su agenda exterior, aunque esos planes también podrían estar en riesgo si la oposición busca recortar los presupuestos con su mayoría.
«Dado su probable estatus de pato saliente, la tentación para Yoon será centrarse en la política exterior, donde todavía tendrá poder legal», dijo Richey.
Pero desde el comienzo fue un presidente impopular, con una aprobación a menudo por debajo del 30%, después de prometer recortar impuestos, flexibilizar las regulaciones comerciales y ampliar el apoyo familiar en la sociedad que envejece más rápido del mundo.
Su impopularidad obedece a «la ausencia de progresos reales en las cuestiones políticas y económicas interiores», explicó Andrew Yeo, politólogo de la Universidad Católica de América. «Los precios y la inflación continúan siendo altos, la vivienda es cara y la polarización política sigue elevada», dijo.
Kim Hyung-joon, profesor de la Universidad Pai Chai, dijo que Yoon parece haber perdido el apoyo de muchos votantes políticamente moderados de clase media debido principalmente a su falta de comunicación con los críticos, incluso cuando implementó políticas públicamente populares, incluida la reforma médica.
«Las cuestiones de los medios de vida están en juego ante todo, pero su actitud unilateral en la toma de decisiones ha complicado el aterrizaje suave de cualquier política y eso parece haber resultado contraproducente», afirmó.
Jeremiah Shim, un pastor de 40 años, explicó que los fieles de su congregación tienen cada vez más dificultades para llegar a final de mes ante el encarecimiento de los alimentos.
«Mucha gente no se encuentra una situación económica fácil. Muchos tienen problemas. Muchos desean un cambio en estas elecciones», dice este religioso.
El tono de la campaña también alejó a muchos votantes, con escaso debate político y muchas proclamas estridentes, todo acompañado por una ola de discursos de odio y desinformación que, según los expertos, pueden conllevar más ataques como el sufrido por el opositor Lee en enero.
Antes de la votación, el líder del nuevo partido Reconstruyendo Corea anticipó que su plan es debilitar el poder de Yoon.
«Voy a hacer del presidente Yoon un pato cojo, y luego un pato muerto», dijo el exministro Cho este mes.
Cho dijo que las cifras resaltaban el deseo de los votantes de responsabilizar a la administración de Yoon por lo que llamó una «dictadura de fiscales», en referencia al papel anterior de Yoon como fiscal general. Se comprometió a impulsar un proyecto de ley para nombrar un fiscal especial que investigue las supuestas irregularidades que involucran a la familia del jefe del PPP, Han Dong-hoon, quien ha rechazado previamente tales acusaciones.
El propio Cho ha sido declarado culpable de fraude y está apelando una sentencia de dos años de prisión. Lee, de 60 años, también está investigado por varios casos, entre ellos uno de supuestos sobornos en conexión con transferencias ilícitas a Corea del Norte. El opositor centroizquierdista niega todas las acusaciones. Su partido apuesta por una estrategia menos agresiva hacia Pyongyang y Lee ha pronunciado varias declaraciones favorables a China.
También aprovechó una pifia del presidente Yoon el mes pasado sobre el precio «razonable» de la cebolla, un ingrediente básico en la cocina coreana cuyo precio se ha disparado. Ahora, esta humilde verdura es un decorado habitual en los mitines del Partido Democrático y la Comisión Electoral Nacional incluso tuvo que prohibir su presencia en los puntos de votación.
El presidente también fue afectado por la publicación de un video con cámara oculta que mostraba a su esposa, Kim Keon Hee, aceptando un bolso de 2 mil 200 dólares. Yoon defiende que era incómodo para ella rechazar el regalo.