El incendio forestal que amenaza la ciudad canadiense de Fort McMurray, en el noroeste del país, y que ha forzado a evacuar a 6 mil 600 de sus 70 mil habitantes, sigue creciendo aunque la mejora de las condiciones meteorológicas ha aliviado en las últimas horas las tareas contraincendios.
Las autoridades de la provincia de Alberta informaron que el fuego ha consumido ya 21 mil hectáreas de bosque, el doble que la superficie quemada hasta el martes.
Pero la bajada de las temperaturas y de la velocidad del viento está facilitando los trabajos de los bomberos.
A pesar de ello, las autoridades advirtieron que las alrededor de 6 mil 600 personas de cuatro vecindarios de Fort McMurray que fueron evacuadas en las últimas horas no podrán regresar a sus hogares en al menos una semana. Y miles más están bajo la alerta de que se puede ordenar su evacuación en cualquier momento.
Fort McMurray, uno de los centros más importantes del sector petrolero canadiense y que está situado en el extremo nororiental de Alberta, ya fue devastada por otro masivo incendio forestal en mayo de 2016 que consumió 589 mil 550 hectáreas y obligó a la evacuación de 88 mil personas.
Las llamas destruyeron entonces unos 2 mil 400 hogares y edificios y el incendio no fue declarado completamente extinguido hasta agosto de 2017, más de un año después de su inicio.
El incendio de 2016 tuvo un coste estimado de 9 mil 900 millones de dólares canadienses (7 mil 275 millones de dólares estadounidenses).
Mientras, en la vecina provincia de Columbia Británica, dos incendios forestales siguen creciendo y amenazan la localidad de Fort Nelson, donde el lunes sus casi 4 mil habitantes fueron evacuados.