Sin política aeronáutica, con recortes y conflictos, la industria aeroportuaria vuela sin rumboSin política aeronáutica, con recortes y conflictos, la industria aeroportuaria vuela sin rumbo

Líderes del sector señalan que en este sexenio ha quedado más al descubierto el problema estructural de la falta de un plan sobre qué hacer con los aeropuertos del país.

Ademas de cómo se podrían alcanzar esas metas.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está administrando una industria aeronáutica que aún se encuentra en categoría degradada.

Debido a no poder alcanzar el estándar mínimo de seguridad, según la Administración Federal de Aviación estadounidense.

Posee ademas un Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) saturado y un aeropuerto recién inaugurado al que aún le falta consolidar su operación.

Sin embargo, expertos coinciden que la problemática actual es la suma de distintos elementos, pero revela un problema estructural y no solo de esta administración.

Ademas de la falta de una política o un plan aeronáutico para el país, que sea capaz de definir rutas y metas.

No es un tema de este gobierno, es un tema de país.

 

Hay países que tienen planes para la industria a 30 años.

Aquí necesitamos un plan muy claro con fechas realistas, alcanzables, de dónde queremos vernos y, sobre todo, cómo lo haremos”, afirma Cuitláhuac Gutiérrez.

Dicho presidente de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).

Los elementos que debería tener un plan estratégico, explica Gutiérrez, serían: seguridad operacional, atractivo y potencial turístico.

Así como potencial de negocios, infraestructura aeroportuaria, situación geográfica, innovación tecnológica, modelo de negocio de las líneas aéreas, liberación de la regulación y medio ambiente.

La industria aeronáutica genera 37.4 mil millones de pesos, lo que representa 3.5% del PIB del país y 1.4 millones de empleos.

Es dirigida por tres organismos que regulan diferentes aspectos y cuyos presupuestos han sufrido recortes o no han tenido incrementos significativos.

Uno de ellos es Seneam, encargado del control de tránsito aéreo, radioayudas a la navegación aérea, telecomunicaciones, meteorología e información aeronáutica.

También tuvo a su cargo la reconfiguración del espacio aéreo para asegurar el inicio de operaciones del AIFA, una de las obras prioritarias de AMLO.

Por lo que tuvo un aumento presupuestal para 2021.

Sin embargo, los problemas en su operación derivaron de la gestión de recursos humanos a cargo de su exdirector, Víctor Manuel Hernández.

Quien renunció luego de que un piloto de Volaris había recibido la instrucción de aterrizar en pista del AICM, pese a que otro avión estaba.

Solo se evitó el accidente por la pericia del piloto.

 

La política aeronáutica

La seguridad en el espacio aéreo es determinante para la evaluación internacional, tarea que se encarga la AFAC.

Un organismo que desde 2017 ha tenido un gasto menor al presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados.

En 2018, tuvo 611 millones de pesos de presupuesto, pero terminó gastando solo 394 millones.

En 2019, el primer año de gobierno de López Obrador tuvo 518 millones de pesos etiquetados y gastó 414 millones.

Para 2022 tiene un presupuesto de 500 millones de pesos.

 

La FAA encargada de evaluar a la Agencia Federal de Aviación Civil, en mayo de 2021 determinó que México descendía a la categoría 2.

Debido a que no alcanzaba los estándares mínimos de seguridad de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

Un año después, no ha logrado recuperar categoría 1, lo que significa pérdidas multimillonarias para la industria.

En 2010, México también fue degradado a categoría 2, pero invirtió en lo que se requería para recuperarla

Porque reconoció que las pérdidas de estar en una categoría política menor eran multimillonarias debido a que solo aerolíneas de Estados Unidos pueden tener nuevas rutas.

Pero en este momento no está ocurriendo esa inversión, afirma Rosario Avilés, analista de política de temas aeronáuticos.

Una calificación de categoría 2 también implica que las leyes o regulaciones del país carecen de los requisitos necesarios para supervisar.

 

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *